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¿Te vienes a Cai, o qué? Prepárate para flipar con una ciudad que tiene más años que la Tarara, ¡y más salero que un pescaíto frito!
Aquí, en la Tacita de Plata, no vas a encontrar postureo ni tonterías. Lo que sí vas a encontrar es gente con arte, playas de escándalo y un ambientazo que te engancha desde el minuto uno.
Ponte las chanclas y piérdete por el Barrio de la Viña, donde cada esquina tiene una historia que contar, y cada bar un tapeo que probar. Este barrio histórico, delimitado por las calles Sagasta y de la Rosa, era originalmente una zona de cultivo de vid. Prueba las ortiguillas, los camarones fritos y el pescaíto fresco, ¡te chuparás los dedos!
Sube al Faro de Chipiona para ver las mejores puestas de sol, con el Atlántico extendiéndose hasta el infinito, y date un garbeo por el Mercado Central para flipar con la frescura del marisco. Aquí podrás encontrar una gran variedad de productos del mar. ¡Pregunta a los vendedores, que te contarán mil batallitas!
Y si te mola el cachondeo, ¡no te puedes perder los Carnavales! Aquí, la gente se disfraza, canta, baila y se ríe de todo, ¡hasta de su sombra! Las chirigotas, los coros y las comparsas te harán llorar de risa, ¡garantizado!
Así que ya sabes, ¡deja de darle vueltas y vente p’acá! Cádiz te está esperando con los brazos abiertos y una cervecita fresquita. ¡Te vas a enamorar, illo!
Aquí, en la Tacita de Plata, no vas a encontrar postureo ni tonterías. Lo que sí vas a encontrar es gente con arte, playas de escándalo y un ambientazo que te engancha desde el minuto uno.
Ponte las chanclas y piérdete por el Barrio de la Viña, donde cada esquina tiene una historia que contar, y cada bar un tapeo que probar. Este barrio histórico, delimitado por las calles Sagasta y de la Rosa, era originalmente una zona de cultivo de vid. Prueba las ortiguillas, los camarones fritos y el pescaíto fresco, ¡te chuparás los dedos!
Sube al Faro de Chipiona para ver las mejores puestas de sol, con el Atlántico extendiéndose hasta el infinito, y date un garbeo por el Mercado Central para flipar con la frescura del marisco. Aquí podrás encontrar una gran variedad de productos del mar. ¡Pregunta a los vendedores, que te contarán mil batallitas!
Y si te mola el cachondeo, ¡no te puedes perder los Carnavales! Aquí, la gente se disfraza, canta, baila y se ríe de todo, ¡hasta de su sombra! Las chirigotas, los coros y las comparsas te harán llorar de risa, ¡garantizado!
Así que ya sabes, ¡deja de darle vueltas y vente p’acá! Cádiz te está esperando con los brazos abiertos y una cervecita fresquita. ¡Te vas a enamorar, illo!
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