Soy como un viaje en el tiempo, pero sin máquinas raras ni corsés incómodos. Mi diseño está inspirado en los cafés bohemios y salones chic de principios del siglo XX, pero con todas las comodidades que necesitáis hoy en día. Cada habitación es diferente y tiene su propia personalidad, como Lisboa misma, ¡y os hará sentir como auténticos protagonistas de otra época!

Conóceme:

Ambiente acogedor: Aquí os sentiréis como en casa, pero rodeados de estilo y glamour.

Equipo majísimo: Siempre dispuestos a recomendaros los mejores rincones secretos de Lisboa.

Adoramos las mascotas: Porque sabemos que son parte de la familia.

WiFi gratis: Para que subáis esas fotos y vídeos increíbles en un pis pas (lo de que se conviertan en virales es cosa vuestra).

Estoy en pleno centro histórico, en el barrio de Santa Maria Maior. Desde aquí, podéis pasear por la Baixa Pombalina, perderos por las callejuelas de Alfama o sentiros como reyes en la majestuosa Plaza del Comercio. Todo a un paso o un tranvía de distancia.

Y todavía más:

Plaza del Comercio: A 10 minutos andando, con vistas al Tajo que os dejarán boquiabiertos.

Castillo de San Jorge: Subid en ascensor y disfrutad de unas vistas que son puro espectáculo.

Barrio Alto: A 15 minutos caminando, ideal para unas tapas y una copa al ritmo del mejor ambiente nocturno.

Monasterio de los Jerónimos: Un imprescindible a 20 minutos en transporte público.

En definitiva, soy un hotel con personalidad, bien ubicado y con ese toque especial que solo Lisboa puede ofrecer.

¡Os espero con los brazos abiertos y un buen “pastel de nata”!