Olvida esos hoteles impersonales, aquí, cada rincón tiene su “aquel”. Soy como ese amigo que siempre tiene una historia que contarte, un chiste malo en la manga y un buen vino a mano. En mis paredes resuena el eco de las conversaciones, las risas y algún que otro fado desafinado.

Aquí no encontrarás nada genérico. Cada una de mis 16 habitaciones tiene su propia personalidad, como los barrios de Oporto. Algunas miran hacia la calle, otras hacia mi jardín (sí, tengo jardín), pero todas están pensadas para que descanses después de perderte por la ciudad. Y oye, tengo Wi-Fi gratis porque sé que querrás presumir en Instagram. Pero, no te vayas, todavía hay más:

Desayuno buffet: Actívate con nuestro desayuno variado y delicioso.

WiFi gratuito: Porque lo compartido en tus redes siempre será bien recibido.

Atención personalizada: Nuestro equipazo siempre está atento a lo que necesites. ¡No te cortes, pide lo que te haga falta!

Estoy en Rua Santa Catarina, el “paseo de la fama” portuense, pero sin alfombra roja ni paparazzi (¡aunque nunca se sabe!). A un lado, el Café Majestic, ideal para presumir de bohemio. Al otro, el Mercado do Bolhão, un festival de olores y colores que te dejará KO. Y si te da por caminar, la Ribeira y el Puente D. Luís te esperan con los brazos abiertos. ¡Vamos, que estoy mejor situado que un puesto de “pipocas” en la final de la Champions!

Olvídate del postureo y acompáñame a descubrir las tascas donde sirven el “caldo verde” en vaso de Duralex, los bares donde la “Super Bock” corre a raudales y los rincones secretos donde los locales damos rienda suelta a nuestra alma de poetas (o borrachos, según se mire).

Soy el punto de partida para tus aventuras y el refugio al que vuelves cuando necesitas una pausa del bullicio. No te prometo lujos desmedidos ni clichés turísticos; te prometo autenticidad.

Así que ven cuando quieras. Te estoy esperando con mis puertas abiertas y mi espíritu portuense listo para compartirlo contigo. ¿Te animas?